Conociendo la naturaleza en un viaje low-cost alrededor del mundo
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17/11/2015

La Selva Negra

Sólo el nombre ya impresiona. Fue el que le dieron los romanos a esta región de Alemania. Los bosques eran tan densos que la luz a penas llegaba al suelo, dándole un aspecto oscuro y tenebroso, por eso decidieron llamarlo LA SELVA NEGRA.

En esta época del año la selva no es tan negra, el otoño ha dado paso a los colores anaranjados y rojizos, regalándonos unos paisajes realmente bonitos de este Parque Nacional. Este es uno de esos sitios de los que había oído hablar muchísimas veces y que tenía apuntado en mi lista de sitios que tengo que visitar alguna vez en mi vida. Este viaje sin duda está tachando muchos de esos lugares de mi lista.

La selva naranja oscura casi negra.
La selva naranja oscura casi negra.

El parque se divide en tres partes, norte, centro y sur, tiene una extensión de más de 6000 km2, una auténtica brutalidad, y durante unos pocos días pudimos disfrutar de un pedacito. Los primeros días los dedicamos a la parte norte, correspondiente a la zona de Baden-Baden. La Selva Negra nos recibe con lluvia, lo que nos mantiene encerrados un par de días en la furgoneta, a penas pudimos dar una vuelta en los alrededores y visitar el embalse Schwarzenbach.

Embalse Schwarzenbach a las últimas horas del día.
Embalse Schwarzenbach a las últimas horas del día.
Dos días aquí metiditos!!!
Dos días aquí metiditos!!!

Pero por fin, al tercer día, TACHAAANN!!!! Nublado… L, pero al menos no llueve y podemos adentrarnos en la espesura para hacer nuestra primera ruta. Esta pequeña ruta nos da una idea de la “selva”, frondosa, de árboles altos y cada centímetro del suelo ocupado por diferentes especies de musgos, hongos y helechos, merece la pena detenerse unos minutos a observar el “microcosmos” que hay a la altura de tus pies.

Una de tantas cabañas-refugio que se pueden encontrar en la Selva Negra.
Una de tantas cabañas-refugio que se pueden encontrar en la Selva Negra.
Sorprendentes hongos a la altura de los pies como este Hericium flagellum.
Sorprendentes hongos a la altura de los pies como este Hericium flagellum.

Para los amantes de las aves también es un pequeño paraíso, pudimos observar nuevamente pito negro, picapinos, infinidad de arrendajos llevando bellotas a sus despensas de invierno y muchísimos herrerillos, reyezuelos y carboneros, incluso algún camachuelo común. Lo más sorprendente sin duda, fue el mirlo con albinismo, un pájaro negro, en la selva negra y que tuviera parte de albino, no deja de ser curioso.

Mirlo común con albinismo (Turdus merula)
Mirlo común con albinismo (Turdus merula)

Al segundo día (cuarto si contamos los encerrados en la furgo), elegimos las bicis para hacer otra ruta. La Selva Negra es realmente extensa y si quieres ver algunos rincones sin matarte a caminar todo el día, la bicicleta es una buena manera de conocer el parque.

La ruta en bici fue toda una gozada, bonitos paisajes, todo bien señalizado, pero con una extraña sensación de pedalear sin esfuerzo, es decir, cuesta abajo. Llegamos a la cascada de Geroldsauer muy contentos, sin saber lo que nos esperaba, y es que todo lo que baja, tiene que subir. Nos quedaba toda la vuelta cuesta arriba, lo que se convirtió en una odisea empujando la bicicleta en más de la mitad del camino ¡qué ganas de llegar a casa! (la furgo, claro!)

Ambos incautos sin saber lo que nos quedaba...
Ambos incautos sin saber lo que nos quedaba...
Luego le cambió la cara al ver las cuestas que teníamos que subir...
Luego le cambió la cara al ver las cuestas que teníamos que subir...
Cascada de Geroldsauer.
Cascada de Geroldsauer.

Tras la odisea ciclista decidimos cambiar de zona y visitar el centro del parque, pero antes de seguir con las rutas, necesitábamos hacer una parada técnica. Llegamos a Seebach, donde hay un pequeño “camping”. El dueño, un señor mayor que nos recibió en pijama y medio dormido desde una ventana, sólo hablaba alemán y dado que nuestro alemán se reduce a kartoffel (patata) y a danke (gracias) la cosa se complica… no me preguntéis cómo, pero entre kartofens y dankes conseguimos un plaza en el camping y una lavadora.

Mientras la ropa se secaba al radiante cielo nublado, nos dedicamos a hacer algo de recolección de comida. Para un viaje low-cost, aprovechar las oportunidades que te brinda la naturaleza es muy importante, así que recogimos castañas y nueces, ambos productos muy caros en el supermercado y gratis en la naturaleza. Algo más que añadir a nuestra despensa junto a unas manzanitas silvestres que recogimos en Baden-Baden.

Ya no queda ni una!!!
Ya no queda ni una!!!

Con la ropa seca y los viajeros limpios, nos vamos a Ruhestein, aquí se encuentra una de las casas del parque, con información turística y un pequeño museo. Queremos conocer la parte más salvaje de la Selva Negra, en la que no exista la explotación maderera y el bosque sea lo más virgen posible. El guía del parque nos explica una ruta que sale desde allí mismo de sólo 12 kilómetros de recorrido, que como el mismo repetía esta lleno de “old trees” “old trees” (árboles viejos).

Un auténtico bosque que sigue su proceso natural.
Un auténtico bosque que sigue su proceso natural.

La ruta es bastante cómoda y por suerte ha salido el sol, lo malo es que la noche anterior hizo mucho frío y apenas pudimos dormir, por lo que empezamos tarde la ruta. Se cumplía lo que nos explicó el guía, maravillosas vistas y un bosque lleno de árboles viejos que mueren de forma natural, creando un auténtico bosque con la mínima interacción humana.

Sólo se cortan los pasos de las sendas, el resto sigue su descomposición.
Sólo se cortan los pasos de las sendas, el resto sigue su descomposición.

A mitad de ruta llegamos al pequeño lago de origen glacial Wildsee. La verdad que es una pasada, sus aguas oscuras, el otoño y el día por fin soleado nos ofrecen unas vistas del lago increíbles. Por muchas fotos que cuelgue, hay que estar ahí para poder vivirlo y disfrutarlo. Esta ruta ha sido de las mejores que hemos podido hacer, con partes de la ruta inmersos en la espesura del bosque que en ocasiones sólo te permite ver a unos pocos metros y en otras con grandes vistas de la Selva Negra.

Panorámica del lago Wildsee.
Panorámica del lago Wildsee.
Ahora tengo a Bea repetida!
Ahora tengo a Bea repetida!

Desafortunadamente, tenemos que decir adiós a la Selva Negra, sabemos que nos dejamos muchas cosas por conocer y nos quedamos con ganas de perdernos un poco más por sus senderos, tal vez volvamos. Pero el frío nos obligó a cambiar de ruta y buscar destinos más al sur, la furgoneta no estaba bien aislada y la temperatura baja mucho en la noche. Ahora, tras el paso por la Selva Negra ya tenemos la furgo más aislada, podéis ver como lo hicimos en nuestro articulo “¿cómo transformamos una furgoneta en una mini-camper?”.

Vistas de la Selva Negra con el lago Wildsee.
Vistas de la Selva Negra con el lago Wildsee.

Seguimos en ruta, saludos familia verde!

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tagPlaceholderEtiquetas: naturaleza, Senderismo, Europa

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Comentarios: 6
  • #1

    Alex (miércoles, 18 noviembre 2015 00:45)

    Qué colores otoñales tan envidiables! Debes de sentirte un duende caminando en esos bosques, habéis encontrado a David el Gnomo? Buena suerte con el sur, gran decisión para el invierno!

  • #2

    manoli (viernes, 20 noviembre 2015 11:50)

    Hola chicos. Ya veo como seguis disfrutando de la naturaleza en su mejor version. Animo y seguir vuestro rumbo. Asi los de aca podemos veros un poquito. Abrazosssss.

  • #3

    Alberto Casado Solano (viernes, 22 enero 2016 10:57)

    Otras que chulo el viaje, podríais abrir un apartado con los costes que tiene cada experiencia, así los que estamos pensado hacer alguna parte de vuestra aventura tengamos mas información de todo como por ejemplo donde dormir, si ha sido acampada libre o camping y esas cosas.

  • #4

    Verde por Dentro (viernes, 22 enero 2016 13:34)

    Hola Alberto! Gracias por la sugerencia, precisamente estamos preparando un artículo sobre los costes del viaje en general y cómo los estamos reduciendo al máximo. Normalmente dormimos en zona de montaña o a las afueras de algún pueblo, intentando evitar ciudades. Vamos a un camping uno o dos días al mes, exclusivamente para lavar la ropa, o más que nada tenderla, pero el resto de la vida nos la apañamos entre supermercados y durmiendo en la furgo, para gastar lo mínimo. Lo que sí podéis consultar en la web es la sección de Recorrido, donde ponemos además de la ruta, un link a los artículos de cada sitio y en estos contamos dónde dormimos o qué hemos visitado. Cualquier información que necesites no dudes en pedirnosla! Un saludo.

  • #5

    Carlos (jueves, 04 febrero 2016 23:08)

    Hola, me gustaría visitar la Selva Negra el proximi otoño. En que fechas hicisteis las fotos?

  • #6

    Verde por Dentro (viernes, 05 febrero 2016 12:10)

    Hola Carlos! Nosotros estuvimos allí la última semana de septiembre y la primera de octubre. Obviamente depende un poco de cada año pero yo no esperaría mucho más porque allí llega el invierno pronto. Un saludo y cualquier pregunta más nos dices. Si quieres escribirnos nuestro email es verdexdentro@gmail.com.


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