¿Vamos cambiando dinero cada vez que entramos a un país? ¿Son altas las comisiones que se aplican? ¿Vamos con efectivo o con tarjeta? ¿Cómo planificamos cuánto nos vamos a gastar? ¿Nos abrimos una cuenta bancaria en cada país al que vamos a estar por una temporada?... Si también te has preguntado esto o no sabes cómo llevar todo el tema del dinero mientras viajas, aquí te vamos a resolver todas estas cuestiones y darte muchos consejos que a nosotros nos funcionan.
Últimamente se ha convertido en una moda esto de vivir en furgoneta una temporada. En las redes sociales circulan videos e imágenes que causan unas ganas locas de salir a hacer lo mismo. ¿A quién no le apetece despertar con vistas a las montañas, ver un lago desde su ventana al atardecer o dormir la siesta a puertas abiertas en la playa?
No somos supersticiosos y aprovechando ese reto de #10cosassobremi que circula por Instagram y al cuál fuimos nominados varias veces, hemos decidido ampliarlo un poco y publicarlo aquí por si no sois usuarios de Instagram*.
Tenemos un pequeño vicio, y es que nos gusta contar cosas, no sabemos si por nuestro lado “científico” o porque somos un poco obsesos del orden, pero sumar y llevar cuentas es nuestro pequeño hobbie. Y ya que hemos cumplido un año (¿veis cómo nos gusta contar?) en el “nuevo continente”, hemos hecho recuento de algunas cosas. Si sois como nosotros que os gustan los números, aquí os dejamos un resumen de lo que ha sido este año de Verde por dentro en cifras y los links a todo por si tenéis curiosidad:
Había tantas cosas del día a día a las que no estábamos habituados y que ahora forman parte de nuestra rutina diaria, que vimos necesario contarlas para que los de fuera os hagáis una idea de la vida por acá. Son esas cosas de las que nunca escribimos pero que vivimos a diario. Seguro que a los que también estáis viajando por aquí os suenan muchas...
Los planes cambian. El 12 de junio de 2016 aterrizamos en Cancún con mochila, con la intención de estar unos meses y bajar hacia Sudamérica. Ahora vamos rumbo norte a bordo de una furgoneta y ya llevamos un año sólo en México. Y es que el lema del viajero a largo plazo es “el plan es que no hay plan”. Por eso lo mejor es fluir y dejarse aconsejar por locales para sacar los mejores planes de viaje.
Es curioso cómo sistemáticamente me encuentro el debate sobre el tema de cuál es el “secreto” que les permite a unos pocos dejarlo todo e irse a dar la vuelta al mundo, incluso durante años. He escuchado comentarios de todo tipo “eso no todo mundo se lo puede permitir”, “hay que tener un sueldo fijo para poder hacerlo”, “si apenas puedo cubrir mis gastos, ¿cómo voy a permitirme viajar?”, “no puedo dejar mi casa, mi familia…”, “claro puedes robar o estar dependiendo de la gente para comer y dormir” y hasta juicios que nos hacen en cada país que pisamos diciendo que somos ricos. No lo somos, y podemos asegurar que en cuanto a dinero, contamos con lo mismo (y menos) que muchísimas de las personas que afirman que no pueden permitirse irse a viajar durante una larga temporada.
Sí, dicen que las comparaciones son odiosas, pero era inevitable no mirar alrededor cuando llegábamos a un camping y comprobar que nuestra furgoneta era la más pequeña entre grandes furgones camperizados, autocaravanas de todas las épocas, camiones 4x4 transformados en casas y hasta autobuses donde habitaban familias nómadas enteras.
Hace poco que acabamos de adquirir una combi (o kombi, o VW T2) en México, y lo que más nos preocupaba de todo el proceso de compra, era la parte del papeleo, ¿cómo sé qué tengo que pedirle al vendedor? ¿qué necesito para ponerla a mi nombre? ¿cómo se si es segura la compra? ¿a dónde tengo que ir a realizar los trámites? ¿cómo se si está bien de mecánica? y mil dudas más, que gracias a la inestimable ayuda de amigos y amigos de amigos, fuimos resolviendo y aclarando el proceso que teníamos que seguir, y que concluimos con éxito!
La clásica Volkswagen T2 o más conocida como “kombi” en tierras americanas o “combi” en México, no fue nuestra primera opción cuando hace unos meses buscábamos una furgoneta para recorrer América. Buscábamos algo más “moderno” y “seguro” para viajar, pero empezamos a ver combis por todas partes… ella quería estar con nosotros.
Las primeras cosas que aprendimos en cuanto llegamos a México no fueron sobre su historia, sus paisajes o sus tradiciones. Cuando llegas a un país, y especialmente si viajas sólo con tu mochila, lo primero que buscas es satisfacer tus necesidades básicas sobre qué comer, dónde dormir, y cómo moverte. Incluso aunque viajáramos en furgoneta como antes, hay que buscar agua, comida, carreteras, etc.
Si hacer la comida cuando vives en furgoneta ya puede ser un desafío, preparar platos vegetarianos, ricos y baratos es todo un reto a la creatividad!
Sí, por fin llegó el día en que podemos decir que nos unimos a todos esos aventureros que han recorrido el continente americano y nos vamos a dibujar nuestra propia aventura. Estamos a punto de empezar a cumplir un sueño que, por varios motivos, lleva mucho tiempo gestándose en nosotros. Uno de los sueños más grandes que hemos tenido.
Tanto si eres de los que viaja frecuentemente como si lo haces ocasionalmente, hay ciertos detalles que marcan la diferencia entre insufribles esperas o gastos desproporcionados y viajar cómodamente al mínimo precio:
Una de las preguntas que más nos han hecho durante nuestro viaje es si somos ricos. Y es que parece que no se pueda viajar si no es de esa manera. Por supuesto que no lo somos, en absoluto. Pero como viajar era uno de nuestros grandes sueños, no estábamos dispuestos a renunciar a él por este motivo y decidimos asumir el reto de viajar por mucho menos de lo que nos costaba quedarnos en casa. De hecho, desde el primer momento, este ha sido uno de los pilares de nuestro proyecto Verde por dentro:
Italia nos ha enamorado por completo. Sus rincones, sus ciudades históricas, su idioma, su comida, repito, su comida… Creo que si algún día nos perdemos, Italia puede ser una buena candidata para que nos busquen. Pero en este caso, nuestro paso por Italia lo queremos destacar por las personas que hemos conocido y con las que hemos compartido el viaje.
Tras 5 meses de viaje por Europa a bordo de nuestra pequeña furgoneta, no sólo hemos conocido paisajes espectaculares y gente maravillosa, sino que estamos viajando también hacia adentro de nosotros y descubriendo a esos Bea y Pablo que saben vivir el momento presente, administrar las finanzas al milímetro, tomar decisiones rápidas, cocinar delicioso con lo mínimo e incluso hacer unas extrañas posturas para montar la cama, con tal de no abrir la puerta para no perder ni un poquito de calor.
Hace poco paseando por un Ikea (es uno de nuestros sitios para conectarnos a wifi), observaba su gran exposición, cuyos expertos saben perfectamente cómo hacer para vendernos los más prácticos, cómodos y coloridos accesorios para nuestra casa. Y todo esto me llevó a una conclusión: queremos poner color y armonía en nuestro entorno, muy probablemente un entorno que no es del color que quisiéramos. Nuestra casa se convierte entonces en nuestro pequeño refugio donde intentamos que “el mundo” sea de nuestro agrado, aunque en el fondo sepamos que sólo es un poco de maquillaje.
En Europa una frontera es poco más que una línea dibujada en un mapa, nos hace mucha ilusión cruzar nuestra primera frontera, pero al mismo tiempo nos producen ciertos nervios, abandonamos la comodidad de nuestro idioma y país, para adentrarnos en otros idiomas que no hablamos, culturas diferentes, formas de hacer las cosas que desconocemos… ¿qué tal si empezamos por Andorra?
Ya dejamos nuestra casa, ya vendimos muchas cosas y tiramos otras cuantas, ya terminamos de preparar la furgoneta para hacerla habitable, ya compramos algunas cosillas que nos faltaban y ya despedimos a muchos amigos y familia. Ya estamos en ruta.
Dicen que todo viaje comienza en el momento de prepararlo. Aún no hemos salido, y aún nos queda casi todo por preparar, pero ya hemos empezado esta aventura.